Desde mi experiencia ninguna persona menor de21 años debe tomar ayudas ergogénicas NO permitidas. Quien decida hacerlo debe tener un mínimo de entrenamiento intenso realizado y estar asesorado por un endocrino, o en su defecto, por un médico deportivo. Nunca se deben usar medicamentos del mercado negro, y menos estar guiados por lo que a tal o cual ciclista le va bien.
El listado de ayudas ergogénicas NO permitidas, o sustancias dopantes, está elaborada por diferentes organismos y cada deporte tiene las suyas con unos rangos según se haya establecido por federaciones nacionales o internacionales y por las agencias anti-dopaje.
https://www.wada-ama.org/sites/default/files/resources/files/2021list_en.pdf
Las ayudas NO permitidas que habitualmente se usan pretenden mejorar tres aspectos diferentes que se complementan entre ellos:
1.-Fuerza (esteroides anabólicos y androgénicos).
2.-Estimulantes motóricos (anfetaminas y sustancias simpaticomiméticas de ella).
3.-Aumento de glóbulos rojos (EPO, plasma)
El primer aspecto es una conocida práctica en deportes donde el crecimiento muscular y la fuerza son las capacidades físicas que se desarrollan, las cuales en el ciclismo no son necesarias porque más masa es más peso, y el peso es limitador de cara a ir más rápido y más alto. Sin embargo, un músculo más fuerte es un músculo más resistente. Se suele usar propionato de testosterona (esteroide androgénico) en dosis terapéuticas, siendo la vía de administración intramuscular o dérmica. Se suele combinar con nadrolona, potente esteroide anabólico de larga duración, una semana uno y a la siguiente el otro. Las dosis usadas para ciclismo no son elevadas comparadas con otros deportes, pero a pesar de ello SÍ existen consecuencias negativas para la salud: cáncer sistema reproductor masculino; aumentar el tamaño de las paredes del corazón no pudiendo bombear adecuadamente; patologías hepáticas; ataques de rabia y adicción porque estimulan el sistema de recompensa en el cerebro.
Sobre el segundo aspecto la sustancia más usada es la efedrina, sola o en combinación bajo el sobrenombre de ECA (Efedrina-Cafeína-Aspirina), por vía oral. La efedrina provoca todos los signos de una activación general del SNS: aumento de la frecuencia cardiaca y la presión sanguínea, dilatación de los bronquios, elevación de la glucosa y los ácidos grasos en la sangre, entre otros. Es probable que la efedrina mejore ligeramente el rendimiento en ejercicios aeróbicos debido a la broncodilatación que aumenta la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos así como a través de la mejora en la disponibilidad de glucosa y ácidos grasos. Pero la efedrina es peligrosa, por encima de 25 mg genera nerviosismo, ansiedad, palpitaciones, insomnio y temblores. El uso de grandes dosis bajo altas temperaturas provoca la destrucción del tejido del corazón y la muerte debido a insuficiencia cardiaca.
La sustancia incluida en la “tercera fase” se ha hecho muy popular por los casos mediáticos de dopaje en carreras por etapas. La EPO se produce en los riñones, estimula la producción de glóbulos rojos aumentando considerablemente el transporte de oxígeno. Se administra por vía subcutánea, compatible con intravenosa, siendo su medición en UI (unidades internacionales). El mayor de los riesgos es que el corazón se ve obligado a bombear una sangre más viscosa. La sangre es una mezcla de líquidos y células; si el porcentaje de células es mayor, la sangre espesa y es más difícil de bombear a través de los pequeños capilares en los que tiene lugar el intercambio de oxígeno con los tejidos. Por ello, los ciclistas dopados con EPO suelen usar vasodilatadores periféricos, el más común, y que menos da el cante en el pelotón, es la viagra o cialis. Pero a más de uno le pillaron por ese hilo tenso.
Aquí muestro una lista con los tiempos medios de retención en nuestro organismo de algunas de estas sustancias:
¡Usemos el sentido común!
Nos vemos en la carretera